El sistema.

 Una cosa es creer en ti mismo y otra creer en el sistema del que eres parte. Un sistema tiene un principio y un final, mecanismos para arreglar problemas y todo eso viene escrito en el manual del fabricante. En la Biblia hay varios ejemplos de personas que su confianza en el sistema se vio afectada por el desorden de vida de Dios y no supieron entender que el sistema de Dios contempla los errores humanos desde antes de la creación del mundo, Efesios 1.4.

Uno que si creyó en el sistema fue Moisés; pues a pesar de que hablaba con Dios cara a cara como bien lo dice Éxodo 33.11 y Números 12.8, le falló en una ocasión. Sí, ese que hablaba cara a cara con Dios le falló más no renunció a su misericordia sino que se arrimó al nombre que Dios le había revelado: Jehová! Jehová! Fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad.

Así también lo hizo David después que pecó con Betsabé pero también creyó en el sistema 2Samuel 12.13. No así su antecesor el trono Saúl. Este vio el sistema de Dios como un sistema más, pues al parecer el nunca se creyó amado y escogido por Dios para ser rey de Israel, 1Samuel 15. Cuidado con ser llamado y amar mas el puesto que a quien te llamó!



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