Cuando ser débil es ser fuerte!
Venimos hablando de habilidades blandas, pero hay personas a las que eso no le cabe en la cabeza, pues su corazón es competitivo y han percibido en su subconsciente que si dejan de depender de esa ayuda que tienen en su corazón no podrían sobrevivir y ahí se crea una fortaleza dañina de las que habla el Apóstol Pablo 2 Corintios 10.1-4.
Es importante que aprendamos a ceder como personas, a razonar. Y estando en Cristo debemos apartarnos de esas decisiones que tomamos con el corazón y reevaluarlas delante del Señor. Dios no te va a hacer perder en un área que tú le entregues a El, pues todo obra para bien para los que le dan su primer amor a Dios.
Este tipo de fortalezas es dañina porque te hace perder el análisis del espíritu de la mente (que es otro parte de la psiquis del ser humano). Es el espíritu más calmado y frío que tenemos y nos ayuda a ver las cosas con claridad, que fue lo que le faltó al siervo talentoso que enterró su talento.
Fijemonos cuanto quiere Dios que desarrollemos las habilidades blandas, que en la primera enseñanza registrada en el evangelio según Mateo la primera frase que se dice es bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el Reino de los cielos. Ser valiente para arrebatar el Reino de los cielos no implica tener un espíritu empoderado. Las mejores decisiones se toman fríamente, aunque estar basadas en el apego a Dios lo que las garantiza.
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