No valorar el poder de tu decisión es trágico
El valor del ser humano está fundamentado en 4 propiedades: dignidad, libertad, identidad, y equidad e igualdad. Esas propiedades nos hacen diferentes de los otros seres vivientes.
Entre estás propiedades se encuentra la libertad de decidir por el libre albedrío, aunque a veces algunas autoridades buscan coartar está propiedad, que ha costado la lucha contra la esclavitud a nivel internacional.
Está propiedad no escapa a la opinión de Dios, que le dijo en su momento a Caín: el pecado está a punto de dominante, pero tú puedes dominarlo a el (esto fue antes de matar a Abel).
Cualquierizar nuestras decisiones y la intención de nuestro corazón al hacer las cosas, es venderle tu heredad al rey de este siglo como a Nabot le propuso el rey acab. Es una artimaña de la carne que después que tenemos cierta madurez y vemos la relatividad de ciertas cosas: nos relajemos y digamos que las decisiones que tomamos dependen de las situaciónes y no de un carácter forjado, que es firme y decidido.
Si queremos restaurar el tabernáculo caído de David, debemos ser hombres y mujeres de decisión. El que pone la mano en el arado y sigue mirando hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios.
Referencias Bíblicas:
Génesis 2.16-17
Génesis 4.3-8
1Reyes 21
Lucas 9.62
Amos 9.11-12
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