El que se humilla será enaltecido!

 Jacob siempre vivió con una pena desde el principio al fin de su vida, siempre fue inconforme con la vida que le tocó vivir. Primero por ser segundo y luego por ser usurpador: Génesis 25.24-34 y 32.24-32.

El título de usurpador, y la historia suya le hicieron pelear con un ángel de Dios hasta que esté le bendijera, y así fué le fue cambiado el nombre de usurpador (Jacob) a Israel (Príncipe de Dios).

Puede que tú hayas hecho algo sabiendo que estaba mal, lo que la Biblia condena en la carta de Santiago: ay del que sabe hacer lo bueno y no lo hace. Pero quién más que el ladrón colgado de una cruz al lado de Jesús para mostrarnos la misericordia de Dios hasta en el último momento.

Las palabras de Santiago nos alertan de lo herida que quedará la conciencia si no hacemos lo bueno aún sabiendolo, pero la actitud de luchador del ladrón y de Jacob nos llevan a Romanos 8: el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu de que ya somos hijos de Dios, Romanos 8.16. Así que trilla aunque tu conciencia esté dolida, pues llegará un día en que el enjugara tus lágrimas, Apocalipsis 21.4.

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