El Buen Samaritano
El ente social que podríamos llamar " con aspiraciones" no hace lo que Cristo hizo que fue ponerse en nuestro zapatos de manera vivida. Porque el que se olvida que morimos solos, se deja arrastrar por el concepto de relacionarse con el fuerte, el que le sume, no con el que le reste!
Tu llegas a algunos sitios en dónde te dicen con facilidad: está es su casa; pero lejos están de ponerse en tus zapatos. Cuando viene a ver tu no desarrollas confianza con nadie ahí, pero se cumplió con decírtelo.
La parábola del buen samaritano es un buen retrato de esto. En Lucas 10.25-37 se nos cuenta la explicación de Jesús a un Dr. en la ley de qué es amar a tu prójimo como a ti mismo, la puedes leer. Como es de esperarse los encumbrados sociales que vieron a un hombre mal herido en la calle, pasaron de largo. Los que se sirven y no buscan servir pasaron de largo. Por cosas como esas es que Dios escoge a los que no son nada, porque a la gente la buenas condiciones los emborrachan.
Quien se paró fue el paria espiritual, el hombre de tradiciones no tan correctas pero que puede ser el eslabón para que Dios obre, y así fué según la parábola: no solo lo recogió, sino que se dedicó a curarlo y pagó para que lo atendieran en lo que se recuperaba.
Busquemos servir y ayudar al pobre, pongámonos en sus zapatos y Dios nos ayudará en el día malo. Así cumpliremos el segundo mandamiento más importante y Dios nos ayudará en el día malo como dice el Salmo 41.1-3. Si queremos trillar agamoslo bien.
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