Sé hombre!
Justamente esas fueron las últimas palabras de David a su hijo Salomón: Sé hombre. Esto para que cumpliera con ciertas encomiendas que le dejaba momentos antes partir de este mundo y asumiera el rol de Rey de Israel que el le dejaba, 1 Reyes 2.1-4.
El primer ejemplo que vemos en la Biblia de ser hombre es el de Adán cuando reconoció su necesidad y admiración por Eva y el mismo Dios describiría el acto con las siguientes palabras: dejará el hombre padre y madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne, Génesis 2.18-25.
A veces el hombre de Dios quiere ignorar estás verdades y poner carga sobre su pueblo que ni ellos pudieran llevar, orillado a algunos jóvenes a descarrilarse olvidándose que el propio Amos fue cargado por Dios con la tarea que Dios vive con muchos de su pueblo, la fornicación. Nunca predicó Amos que la fornicación fuera licita delante de Dios porque el no la practicaba, pero para hacer lo que el hiso había que ser hombre, Oseas 1.1-8.
Te trazan una línea y no te permiten permanecer en Cristo si te metes en yugo desigual, sin embargo lo complejo se vuelve simple después que tú te haces hombre así como lo hiso Salomón con el entendimiento de Dios. El cometió errores pero su error no fue ser hombre.
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