Diferentes ramas del mismo árbol!

 Sabemos que el mal y el bien existen; y sabemos, o eso pensamos, como personas grandes, que tipo de personas representan a uno y a otro lado. Por ejemplo sabemos que el consejo de un padre tiene más valor que el de un amigo: y en pro de eso actuamos. Ahora bien la Biblia nos presenta tres cuernos de un mismo chivo que representan el mal: Satanás, el mundo (forma de vivir de los que no siguen a Dios) y la carne (parte que del ser humano que es tentada de lo malo). Y es por esta diversidad de ramas que somos confundidos y engañados.

Estas ramas son evidentes en la prueba que sufrió nuestro Señor cuando fue tentado por el Diablo: lo tentó con satisfacer una necesidad intrínseca del ser humano (la carne), lo tentó con una propuesta que parecía buena, pero que en realidad lo apartaria del propósito claro de Dios que es depender de el u no de su propia iniciativa (el mundo), y finalmente lo tentó con poder y gloria le servía (Satanás, como príncipe de demonios, que ostenta autoridad en la tierra cedida por el hombre, pero que está limitada por Dios y no lo supera).

Estas tres son ramas del mismo árbol que el ser humano muchas veces la confunde con una bienaventuranza. Y para algunos la carne es un imperativo y remunera con placer y satisfacción, para otros, el mundo es ineludible, y para otros, la grandeza es su Dios. La Biblia es clara cuando dice que el poder del Diablo (la muerte) ya fue vencido por Cristo, al resucitar, resucitó porque no fue herido por el aguijón de del diablo (el pecado), y que como vivió predicando encontra del mundo y todo el que no se somete a Dios y no lo pone en primer lugar en sus planes: el pudo decir que venció al mundo antes de morir.

Referencias Bíblicas:

Mateo 4.1-11

Juan 15.18-19

Mateo 26. 36-41

Colosenses 2.15

1 Corintios 15.55-58



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